A partir de saber los nombres de los ganadores la siguiente emoción fue recibir en México a tan queridos colegas. Con muchos de ellos solo me había relacionado vía Internet, la interacción parecía muy cercana pero estaba apunto de reunirme personalmente con ellos y eso trae consigo una emoción muy particular.
Transcurrieron los días y el día de empezar a dar vueltas al aeropuerto internacional de la Ciudad de Mexico llegó y entre Boligán y yo empezamos a recibir a nuestros colegas. Quienes conocen a nuestro querido Boligán saben de su generosidad la cual se hizo presente al dar hospedaje a Turcios, Darío de Oaxaca y Ares de Cuba, por mi parte las puertas de mi casa se abrieron a Fredy Villamil y Elena Ospina, realmente una grata experiencia compartir con nuestros colegas. Por supuesto se hilaron diversas anécdotas de recibimientos y convivencia que ya serán motivo de otras crónicas.
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